Lorcana es un juego que ha crecido a velocidad de rayo. Con cada nueva colección, más jugadores se suman a la aventura de reunir tinta y glimmers. Pero con la popularidad también llegan los problemas… y las cartas falsas. Cada vez hay más falsificaciones circulando, y algunas son sorprendentemente convincentes. Pero no te preocupes: con unos cuantos consejos y un ojo atento, puedes mantener tu colección a salvo.
¿Qué diferencia hay entre una carta falsa y un proxy?
Antes de encender las antorchas, hay que aclarar algo: no es lo mismo una carta proxy que una falsificación. Un proxy es una copia casera, normalmente en blanco y negro o de baja calidad, que se usa en partidas casuales para sustituir cartas caras o difíciles de conseguir. Se juega con consentimiento del grupo, sin intención de engañar a nadie.
Una falsificación, en cambio, es otra cosa. Es una carta creada para parecer legítima, a menudo con materiales y acabados que imitan las originales. Se venden en mercados de segunda mano, en sobres falsos, o incluso sueltas a precios “de ganga”. Y ahí es donde vienen los problemas.
1. Evita problemas desde el principio
La mejor forma de no caer en una falsificación es no darle la oportunidad de aparecer.
- Compra en tiendas de confianza. Si una tienda es oficial, tiene reputación, y participa en torneos organizados, es muy poco probable que te venda producto falso.
- En marketplaces (eBay, Wallapop, Vinted…), busca vendedores con buenas valoraciones y transacciones verificadas. Usa siempre el sistema de pago de la plataforma y, para cartas de mayor valor, considera contratar un servicio de escrow (trustee) o seguro. En caso de fraude, si puedes demostrar que la carta es falsa, podrás recuperar tu dinero.
Aun así, toda precaución es poca: incluso comprando en sitios de confianza o a personas conocidas pueden surgir problemas. En caso de duda, existen algunos trucos simples que pueden ayudarte a comprobar si una carta es auténtica.
2. Herramientas para detectar cartas falsas en mano
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, con una foto de móvil o a simple vista, es muy difícil detectar una falsificación. Variaciones en el color o pequeños fallos en el centrado son perfectamente normales, ya que las cartas originales pueden presentar diferencias según la tirada o el idioma. Además, algunas falsificaciones imitan bastante bien el tono de color.
Colores: no te fíes
El color puede ser engañoso. A veces las cartas originales tienen ligeras variaciones según la tirada o el idioma. Algunas falsificaciones copian el tono bastante bien. Por eso los colores no deberían ser tu único criterio.



Lupa en mano: diferencias en técnica de impresión
Los proveedores de Lorcana trabajan con tecnología avanzada y materiales de alta calidad, lo que hace que las cartas auténticas tengan características difíciles de imitar por los falsificadores. Con una lupa decente (10x o más), puedes buscar estos detalles:
- El símbolo de lore debe tener un patrón de impresión en puntitos (rosette pattern). Las falsificaciones suelen tener impresión plana o borrosa.
- El símbolo de la pluma en la caja de texto debe estar bien definido y no pixelado.
- El reverso de la carta tiene líneas y trazos nítidos con una finas líneas mágicas muy brillantes. A los falsificadores les cuesta mucho imitar estos trazos y se nota casi a simple vista.
- El símbolo de rareza (círculo, diamante, estrella…) también tiene bordes limpios y una definición clara.




Mediciones: peso y grosor, los grandes aliados
Los falsificadores pueden imitar bastante bien los colores, pero replicar con exactitud el peso y el grosor de una carta es mucho más difícil. Por eso puedes comparar los pesos y grosores para mayor seguridad.
Peso: Una carta de Lorcana pesa aproximadamente 1,814 gramos. Para medirlo correctamente, utiliza una báscula de precisión con al menos dos decimales. Aun así, recomendamos comparar el peso entre cartas del mismo set, ya que factores como la calibración de la báscula o el entorno pueden afectar la medición. Una diferencia de peso más allá de la precisión de la báscula es una señal casi inequívoca.

Grosor: El grosor estándar de una carta es de 0,28 mm. Puedes usar un pie de rey (calibrador) de precisión para comparar una carta sospechosa con una auténtica.

En resumen, solo con el tacto o a simple vista es muy difícil identificar una falsificación. Pero usando una lupa, una báscula o un pie de rey, sí puedes detectar diferencias. Y, sobre todo, compra con cabeza: evita dejarte llevar por chollos sospechosos.
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